Consideramos que la educación de verdaderos ciudadanos y ciudadanas del mundo va más allá de lo que puede abarcar una asignatura, pero esta asignatura de Educación Ético-Cívica es una oportunidad educativa que debemos aprovechar para desarrollar esta potencialidad.

Partimos del curriculum oficial para “empaparlo y conectarlo con contenidos, procedimientos y actitudes que fomentan la solidaridad”. Creemos que la educación en solidaridad, para ser realmente efectiva, debe plasmarse en la vida cotidiana del aula y estar inmersa en el curriculum, ya que “el acceso a la ciudadanía requiere algo más que un estadio legal… la definición de la ciudadanía con relación a la autoridad política empieza a dejar sitio a otro modelo de ciudadanía que desarrolla el aspecto social, de convivencia de unos individuos con otros en multiplicidad de circunstancias y situaciones”.