La publicación sitúa el feminismo frente a dos de sus referentes polémicos en la era de la globalización: el multiculturalismo y el etnocentrismo. Las culturas son realidades sociales e ideológicas complejas en las que se producen procesos crítico-reflexivos, disensos, relevos de legitimidades: lo que la autora denomina vetas de Ilustración. Se puede contrastar, estudiando el caso del Islam, que en estas vetas, se producen irracionalizaciones de la condición femenina que son características del feminismo. Se analiza cómo tienen lugar en los relevos de los discursos patriarcales acerca de las mujeres, que dejan un espacio para que éstas procedan a su propia autodesignación.