La publicación analiza algunas de las opciones que se nos plantean en la actualidad, incluye una breve historia de lo que denomina maldesarrollo y unas reflexiones finales sobre las acciones que se pueden emprender. El supuesto del que parte es que el problema del llamado subdesarrollo se origina en los países llamados desarrollados y se agudiza con la visible colaboración de las elites de los países pobres, y sólo se solucionará cuando cambien las políticas hacia los subdesarrollados y las elites muy ricas de los países pobres abandonen su actividad igualmente depredadora.