En el proceso de globalización que vive la sociedad también encontramos una generación crítica ante los abusos de una globalización inhumana. El marketing, los medios de comunicación y las grandes empresas se han apoderado de la palabra solidaridad desvalorizando su sentido. Los autores coinciden en la necesidad de la solidaridad, para reinventarla partiendo de la propia experiencia. Reinventar la solidaridad significa resistirlos intentos de domesticación de una solidaridad virtual que en nada incide en la realidad que estamos viviendo. Este nuevo concepto de solidaridad se debe nutrir de un pensamiento crítico, propio y autónomo, lejos de las imposiciones de la globalización económica imperante.