Para una convivencia constructiva es fundamental que las personas sepamos vivir juntas, que no nos limitemos a un mero estar al lado. Con el diálogo y la tolerancia es como se pueden poner en práctica una serie de valores comunes, compartidos por todos. Y debemos ser capaces de aplicarlos en empresas, hospitales o escuelas, no solamente hemos de ceñirnos al hecho político que sepamos vivir juntos, que no nos limitemos a un mero estar al lado. Con el diálogo y la tolerancia es como se pueden poner en práctica una serie de valores comunes, compartidos por todos. Y debemos ser capaces de aplicarlos en empresas, hospitales o escuelas, no solamente hemos de ceñirnos al hecho político. La autora se plantea si vale la pena educar moralmente, y cómo educar en una moral cívica para tomarse en serio la construcción de un mundo más humano.