En 1996 trescientos inmigrantes sin papeles ocupaban la iglesia de Saint Ambroise en París. Era la señal de salida de un movimiento que iba a impactar en la sociedad francesa consiguiendo romper los estrechos márgenes por los que discurrían hasta entonces los debates sobre la inmigración. Los agentes sociales debieron posicionarse ante la reivindicación de papeles para todos y se vieron en el aprieto de tener que argumentar el rechazo, indiscutible hasta ese momento, a una política de libertad de circulación. Madjiguène Cissè, que fue a lo largo de de toda esta lucha una de las portavoces del movimiento de sin-papeles, nos cuenta en este libro las dificultades que hubieron de superar para conseguir el formidable apoyo que lograron en la sociedad francesa.